La revolución de las redes sociales, no solo sirvió para que los usuarios estén más conectados entre si, sino que también conllevo un cambio en la hora de vender publicidad.
En los últimos años la publicidad en los medios tradicionales (gráficos, televisión, radio), ha disminuido, debido a que esa publicidad se la han quedado las redes sociales, especialmente las empresas Google y Facebook. Estos gigantes de internet no se dedican a la creación de contenido, sino que ellos la distribuyen. Es por eso que las empresas dedicadas a la producción de contenido, piden que Google y Facebook devuelvan de alguna forma la publicidad que obtienen mientras su publico se nutre de contenido creado por los medios.
El algoritmo que utilizan estas empresas, se basa en mostrarle al usuario los contenidos con los cuales tiene mas preferencias. El problema de este algoritmo, es que tanto Google como Facebook, utilizan a las noticias como un contenido más, sin tener en cuenta el trabajo de producción e investigación que conlleva detrás.
Este cambio de panorama en los medios, hace que los periodistas deban escribir para poder figurar en estos algoritmos, y así poder llegar a más gente de los que ya los consumen habitualmente. El problema que esto conlleva es que al entrar en este algoritmo, todas las personas que entren a esa nota, vieron la publicidad que tiene tanto Google como Facebook, generando que los ingresos no vayan para el medio, sino para estas empresas.
Es por esto que el periodismo cada vez más se torna en contra de estas redes, debido a que les quitan el valor de su trabajo, llevándose ingresos por tan solo distribuir el contenido que ellos han creado, y quitándoles ingresos a estos mismos, por no tener más publicidad en los medios donde trabajan. Si bien Google y Facebook hacen que su trabajo llegue a más personas, y por ende, poder ser más reconocidos, tanto Google como Facebook, ganan dinero aprovechando la gestión de contenido por parte de terceros.
En un futuro, si Google y Facebook no reparten parte de su publicidad hacía los productores de contenido de los cuales ellos se nutren, el periodismo de calidad poco a poco tenderá a desaparecer.
